Busco lo efímero, ya que si lo bueno es breve es el doble de bueno. Por eso me vale más hacer sonreír a quien quiero, cosa que dura unos instantes; que quizás conseguir algo material que me perdure más. Porque eso alimenta mi felicidad. Pienso que nuestra vida, consta de eso, de lo efímero. La primera vez que hablaste, sólo fueron unos segundos, pero seguro que hiciste a tus padres los más felices del mundo... o cuando conseguiste mantenerte en tu bicicleta sin ruedines por primera vez. O quizás un beso, una caricia o un abrazo... si quieres darte cuenta, todo eso son "momentos" en los que se esfuman rápidamente. Nos construimos mutuamente los unos a los otros a base de "momentos" insignificantes que alimentan nuestra felicidad, quizás no todas sean buenas, pero aún así... es mejor que los acontecimientos no tan buenos pasen rápido ¿no?
Es por eso, por lo que no entiendo porqué nos preocupamos tanto por lo que nos pueda llegar, porqué nos aterra el futuro, y no nos paramos en el momento que estamos viviendo, no lo disfrutamos como deberíamos aun a sabiendas que no van a volver a suceder...
Nunca nos bañaremos dos veces en el mismo río.
Así que procuremos aprovechar esos momentos que no volverán, hagamos disfrutar a aquellos que queremos con toda nuestra alma y así poder construir pedacito a pedacito esa vida que tanto merecemos.
"Si exageráramos tanto las alegrías como las penas... seríamos el doble de felices"
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