El otro día, leí una frase que se quedó grabada en mi: "Cerrar los ojos para despertar por dentro". E inmediatamente quise darle un significado; ¿Despertar por dentro? Si. ¿Por qué?
Cuando cerramos los ojos, encontramos la paz interior en la que quizás no conseguimos cuando estamos despiertos. Nos surgen una infinidad de pensamientos, de ideas, de deseos; pasan por nuestra mente personas que queremos, personas que odiamos, con las que estamos molestos... que nos duele que sea así. También relucen nuestros más profundos miedos, inquietudes, pero eso lo evadimos recordando lo más importante... que es todo lo bueno que vivimos; recordarlo una y otra vez sin necesidad de pausar esos momentos, sintiendo incluso la efusividad, la alegría o el amor que recorrió nuestro cuerpo. Tampoco tenemos que soportar cánones de belleza a los que nos obliga la sociedad, ni ganar dinero para poder subsistir. Ni enamorar a la persona que ansías, porque en tu mundo interior, ya imaginas la vida con ella. Todo es mucho mas sencillo cerrando los ojos, ya que nadie critica lo que haces, ni te envidia, ni te desean el mal; porque simplemente en TU mundo, NO existen.
Por eso es que, cerrando los ojos, nuestro mundo se aviva más, ya que maquinamos y planeamos lo que nos gustaría que sucediera, así cuando estamos despiertos de verdad intentamos cumplirlo. Despiertos tenemos que soportar todo, tanto bueno como malo; y, en muchas ocasiones, tenemos que reprimir nuestros impulsos y deseos.
Así que aprovechemos al cerrar los ojos, de hacer el mundo nuestro, de cavilar nuestras más profundas ilusiones e intentar hacerlas realidad.
"Se puede matar al soñador, pero no al sueño"
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