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17 de julio de 2014

Realidad.

Se acostumbró a lo malo de forma que luego pensaba que era lo correcto. Luego le mostraron lo equivocada que estaba y le enseñaron que era lo realmente bueno y lo verdaderamente correcto. Tal  fue el golpe que no lo sabía digerir bien, y desconfiaba tremendamente; lo cogía con miedo y pensaba que se equivocaba, que lo anterior era la correcto. Ante su desconcierto, en vez de tirar la toalla y huir de su lado, tomó sus hombros con fuerza, la sentó en una silla, cogió una cuchilla y poco a poco fue cortando las vendas que le rodeaban los ojos. Se pensó que al fin ella vería la luz, y volvió a mostrarle la realidad tal y como era. Se le olvidó un pequeño detalle; sus ojos seguían cerrados a pesar de que la despojó de la venda. Una vez más le sostuvo más fuerte aún y comenzó a abrirle los ojos ,  y le dejaba que ella hiciera la mayor parte. No llegaba a ser dolor lo que sentía, sino un escozor que le recorría gran parte del cuerpo. Pero cuando hubo acabado, su perspectiva de la realidad era totalmente distinta. Había roto sus esquemas, y le dio la oportunidad de empezar de cero a su lado. Ella, se volvía a equivocar una y otra vez ante esa nueva realidad, pero aún así, él le permitía volver a comenzar como una jirafa recién nacida que intenta empezar a andar. Ante esta nueva realidad, se sentía sola, pero no. Seguía él a su lado. En su antigua perspectiva vivía rodeada de mucha gente, muchísima que creía que la estimaban, que le tenían cariño y valoraban; claramente no sabía el significado de esos términos y se dió de bruces contra la pared. Afortunadamente llegó él y le enseñó que esos valores, esas actitudes se ganan poco a poco y que la mayoría de la gente que lo hace, es una mera máscara de interés, que los halagos y carantoñas no sirven de nada si luego hay un vacío existencial que se las lleva el viento.


 También le hizo saber, que él era como el hielo, frío, helado, pero lo que no se da cuenta la gente, es que el hielo también quema.  

9 de julio de 2014

No importa el final, lo que importa es ir disfrutando los capítulos.

Hace un rato que acabo de oir esta frase... si "no importa el final, lo que importa es ir disfrutando de los capítulos". Y como siempre algo en mi cabeza a hecho "click" y me ha hecho reflexionar sobre algo que llevo atacando mucho tiempo. Si, soy una persona testaruda, no cambio mis ideas fácilmente y no atiendo a razones pero cuando estoy realmente convencida de algo y por fin me doy cuenta que mis argumentos no son válidos, todo va como la seda.

Y es que es eso, ser feliz, felicidad es disfrutar del camino, que un capítulo no haya sido muy bueno no significa que tengas que recordarlo en el siguiente, porque quizá este es maravilloso y suple a su antecesor. Y cuanta más emoción haya en cada capítulo mejor. La vida no está echa para que sea un libro aburrido y monótono. Hay que romper esquemas; pórtate mal, pásalo bien y niégalo todo. Porque no todo ha de ser blanco o negro. Porque la percepción de que es bueno o malo para tí lo eliges tu mism@ y las opiniones de los demás claro que cuentan, pero no deben coaccionar tu decisión final, simplemente respetarla y apoyarla con una sonrisa.



"Algunas personas hacen que tu risa sea un poco más fuerte, tu sonrisa un poco más brillante y tu vida un poco mejor"