Si, tarde pero aprendí a no dejarme llevar por toda persona que te sonríe, pues no todas ellas son de fiar. Tarde pero aprendí, que decir NO de vez en cuando no es tan malo, ya que una cosa es ser buena y otra muy distinta tonta. Tarde pero aprendí, que no todo aquel/ aquella que dice ser tu amigo /amiga lo es ya que mucha gente se llena la boca con esa palabra sin saber que es, que no hace falta dedicar textos enormes a una persona para demostrarle tu amistad si luego no lo cumples con hechos, que una persona se declara amiga cuando te defiende a tus espaldas y te critica a la cara y no al revés; que más vale que te diga 4 verdades que duelan a 5 cosas bonitas que sean mentira. Tarde pero aprendí, a darme cuenta cuando una mirada es sincera. Tarde pero aprendí, que querer no necesita siempre de abrazos, de besos; que querer no necesita de "tequieros", que a veces las personas demuestran que te quieren discutiendo contigo hasta que entres en razón o dándote un par de guantazos si es necesario, para que reacciones buscando lo mejor para ti.
Tarde pero aprendí, que quien te quiere te busca. Tarde pero aprendí, o al menos eso intento a tomar decisiones con la cabeza más fría. Tarde pero aprendí, a vivir con menos miedo, a disfrutar más y a ser quien realmente soy y no lo que los demás quieren que sea. Tarde pero aprendí, que las costumbres se hacen leyes y que cuando dejas de hacer lo que acostumbraste a los demás, luego la mala eres tú.
Y espero que no tan tarde esté aprendiendo, a aprender a aprenderte que sin tus aprendizajes no sería yo, simplemente no sé que sería de mi.