Se acostumbró a lo malo de forma que luego pensaba que era
lo correcto. Luego le mostraron lo equivocada que estaba y le enseñaron que era
lo realmente bueno y lo verdaderamente correcto. Tal fue el golpe que no lo sabía digerir bien, y
desconfiaba tremendamente; lo cogía con miedo y pensaba que se equivocaba, que
lo anterior era la correcto. Ante su desconcierto, en vez de tirar la toalla y
huir de su lado, tomó sus hombros con fuerza, la sentó en una silla, cogió una
cuchilla y poco a poco fue cortando las vendas que le rodeaban los ojos. Se
pensó que al fin ella vería la luz, y volvió a mostrarle la realidad tal y como era. Se le
olvidó un pequeño detalle; sus ojos seguían cerrados a pesar de que la despojó de la
venda. Una vez más le sostuvo más fuerte aún y comenzó a abrirle los ojos , y le dejaba
que ella hiciera la mayor parte. No llegaba a ser dolor lo que sentía, sino un escozor que le recorría gran parte del cuerpo. Pero cuando hubo acabado, su perspectiva de la realidad era totalmente distinta. Había roto sus esquemas,
y le dio la oportunidad de empezar de cero a su lado. Ella, se volvía a equivocar una
y otra vez ante esa nueva realidad, pero aún así, él le permitía volver a comenzar
como una jirafa recién nacida que intenta empezar a andar. Ante esta nueva
realidad, se sentía sola, pero no. Seguía él a su lado. En su antigua perspectiva vivía rodeada de mucha gente, muchísima que creía que la estimaban, que le tenían cariño y valoraban; claramente no sabía el significado de esos términos y se dió de bruces contra la pared. Afortunadamente llegó él y le enseñó que esos valores, esas actitudes se ganan poco a poco y que la mayoría de la gente que lo hace, es una mera máscara de interés, que los halagos y carantoñas no sirven de nada si luego hay un vacío existencial que se las lleva el viento.
También le hizo saber, que él era como el hielo, frío, helado, pero lo que no se da cuenta la gente, es que el hielo también quema.
También le hizo saber, que él era como el hielo, frío, helado, pero lo que no se da cuenta la gente, es que el hielo también quema.